La Tierra está congelada. Envuelta en una era de hielo moderna. Los gobiernos del mundo idearon un plan para salvar a la humanidad que consistía en meter a todos dentro del metaverso. Lo llamaron “La Transición de Paradigma”. Los primeros diez mil voluntarios, listos para pavimentar el camino, eran llamados CyberBrokers. Todo salió mal. Dos siglos después, una autocomplaciente raza humana está lidiando con un gran avivamiento.
Esta es la historia de El Paradigma Perdido.
ALL RECORDS ARE THE PROPERTY OF TPP AND MUST REMAIN WITHIN THE CORE UNDER STRICT OBSERVATION UNLESS SPECIFICALLY AUTHORIZED. REMOVAL OF RECORDS ARE A CLASS 12 OFFENCE AND PUNISHABLE BY SALARY REDUCTION, DEMOTION, AND TERMINATION.
Desde que visitó a un Editor de Genes para restaurar sus memorias, Soleia ha batallado para recordar más que la llave Hubur y un lugar frío, y aún más las razones o el sentido detrás de ellos. Después de traer la Llave de vuelta a Spice y a Zinc, el grupo intenta decidir qué hacer a continuación. Mientras se relajan en la seguridad de su taller, Spice les cuenta a los brokers cómo es la vida fuera del Paradigma. Hablar del hielo y de la nieve detona algo en Soleia, y otra memoria se asoma. El nombre del lugar a dónde la había llevado: Cold Storage.
La estoica imagen del Enforcer los veía con una mirada fulminante a través de la pantalla gigante de la terminal. Sus ojos estaban escondidos tras gafas amarillas. El cigarrillo colgaba entre sus labios dándole una apariencia amenazante pero casual. Después de verlo por medio bloque, como si mirándolo fijamente les fuera a ayudar a descifrar algo, Spice volteó hacia Soleia. Se encontró con la misma expresión que la Smuggler había conservado desde que se estaba recuperando del recuerdo que tuvo: fría y en blanco.
“¿Estás segura?”
“Estoy segura,” dijo Soleia lentamente. “Él estuvo ahí. Era uno de los guardias en Cold Storage.”
“Mason from Silent”, dijo Zinc en voz alta, como tanteando el nombre para encontrar pistas.
“¿Hay algo público acerca de él?” preguntó Spice.
Zinc se inclinó hacia enfrente sobre el teclado y comenzó a escribir. El Enforcer desapareció, reemplazado por los resultados de su veloz búsqueda.
Spice miró a Soleia. La Smuggler estaba con la mirada perdida. Spice estaba preocupada por ella, y no sólo por haber decidido que ella debería de tener la llave en su wallet privada y no en una multisig para evitar ser detectados. Hasta ahora Soleia les había brindado valiosa información, ayudado con la triple desmaterialización, y les trajo la llave Hubur incluso con agentes de ShaDAO persiguiéndola, y todo sin siquiera insinuar un cobro de cualquier tipo. Era obvio que tenía sus propias razones para hacer todo esto, y Spice sólo esperaba que no interfirieran con su plan de salvar a Ken.
“Nada aquí que me indique algo,” dijo Zinc, llamando su atención. “Trabajo mucho: Más de veinte trabajos en los últimos ciclos recientes solamente. Policía en Era Novum, seguridad política, bouncer en un festival de música en Chroma, protección para viajeros de otras regiones, y la lista sigue y sigue. Tiene apagada la localización, y no hay registros públicos que pueda encontrar.”
Spice frunció el ceño. “Debe de haber algo.”
“Es un Enforcer – Estoy seguro de que su día a día es una aventura. Negociando sobornos, golpeando gente, lanzándose contra balas. Pero no encontrarás nada de eso. Los Enforcers se cuidan la espalda. Ya sabes lo que dicen -”
“Los Enforcers hacen que otros hablen”, contestó Soleia. El viejo proverbio.
Zinc le sonrió y asintió con la cabeza.
“¿Estás segura de que no recuerdas a un Degen de este tal Cold Storage? Si lo hicieras, conseguir la información que necesitamos sería tan fácil como mencionar la palabra ‘roadmap’ las suficientes veces. Este tipo,” Zinc se volteó para golpear una tecla que trajo a Mason from Silent de vuelta a la pantalla, “es un problema. Incluso si lo encontráramos de alguna manera, conseguir que nos dijera algo sería imposible.”
“Pero…” Spice columpió sus piernas del diván, se levantó, y se recogió el pelo formando una cola de caballo. “Es una pista. Encontrémoslo primero y luego nos preocupamos por hacerlo hablar.”
“¿A dónde vamos?” preguntó Zinc.
“Yo voy al Nodo Etéreo para ver si puedo descubrir algo. Tú y Soleia deberían de quedarse aquí donde están seguros. No queremos que le pase algo a la llave antes de siquiera saber para qué sirve.”
Soleia se levantó rápidamente de su silla. “De ninguna manera me voy a quedar aquí comiendo pizza helada esperando a que me des permiso de salir.”
Spice sacudió la cabeza. “Tiene sentido que sea yo quien vaya. La Comandancia Alfa me respalda. Aparte soy Drifter. ShaDAO no puede tomarme como lo hicieron con Ken.”
“¿Cómo sabes eso?” replicó Soleia.
“Spice tiene razón,” Zinc dijo, poniéndose de pie. Vio sobre su hombro hacia la pantalla. “Si recuerdas a este tipo es muy probable que él te recuerde también. Eso haría más difícil encontrarlo y conseguir que hablara.”
“Exactamente,” dijo Spice, “Bien pensado.”
“Sí,” contestó Zinc, “y es por eso que debería de ir contigo mientras Soleia se queda aquí.”
Spice se sintió mal. Después de ver cómo la recolección de los recuerdos de Soleia había marchado, no quería dejarla sola. Y después de perder a Unironic Ken, se estaba sintiendo un poco más protectora con Zinc también.
“Soy la mejor Smuggler de toda la ciudad,” dijo Soleia, recalcándolo. “Protegerme a mí misma y las cosas que cargo es lo que hago.”
Los tres se quedaron viéndose, esperando a que alguien dijera o hiciera algo para acabar con el dilema.
Una notificación ruidosa de la terminal acabó con la incomodidad. Vieron y se encontraron con la imagen de Mason siendo reemplazada por un archivo de datos ininteligibles expandiéndose rápidamente. Al inicio del archivo se encontraba un logo distintivo.
“¿OnlyCams?” Zinc leyó en voz alta, volteando a ver a Spice.
Spice corrió hacia la terminal.
“Oye,” dijo Soleia, “sé que estamos todos estresados, pero creo que es un momento inapropiado para ponerte al tanto de tu -”
“No sé qué diablos es esto,” dijo Spice, mientras la extracción de datos concluía, dejando sólo un gigantesco archivo de texto indescifrable.
“¿Spam?” sugirió Zinc.
“Eso no es spam.” Soleia se puso a un lado de Spice para ver mejor. “Reconozco el patrón de bytes encriptados, es común en el mercado negro de datos – el de los caros.”
“Debe de haber sido el Moderador. ¿Alguien sabe cómo desencriptarlo?”
Soleia se sentó enfrente de la terminal y vio el archivo por un rato.
“Usualmente sólo necesitas conocer algo de la información que estás comprando. Unas cuantas palabras o números al menos. Eso hace que la información le haga sentido al comprador pero no a los demás como para interceptarla.
“Intenta Mason from Silent,” sugirió rápidamente Zinc.
Se quedaron viendo fijamente a la pantalla mientras Soleia introducía las palabras en el buscador, luego vieron cómo la computadora escaneaba el archivo enredado. En menos de un bloque los caracteres revueltos formaron palabras, acomodadas eficientemente en columnas.
“Parece como una lista de transacciones para nombres de usuario,” dijo Spice.
“Es un dox para un montón de usuarios de OnlyCams.” Soleia se desplazó por el archivo.
“Y mira nada más,” Zinc apuntó a un nombre. “Ahí está nuestro objetivo, Mason from Silent. También conocido como BigVector.”
“Tiene un montón de transacciones dirigidas hacia alguien llamado BadGlitch,” dijo Spice. “Debe de ser un Cammer, pero no hay un nombre real salvo el alias.”
Soleia minimizó el archivo y comenzó a buscar el nombre de BadGlitch, pero su entusiasmo se convirtió rápidamente en enojo al no encontrar nada en la pantalla.
“¿Cómo eres un Cammer sin presencia en línea?” Soleia dijo abruptamente, como si el Cammer estuviera frente a ella.
“A veces los Cammers usan identidades alternativas para los diferentes servicios que ofrecen,” dijo Zinc. “A veces a la gente le gusta más un toque personal. No siempre quieren que les recuerden que un montón de personas están viendo lo mismo que ellos están viendo, así que los Cammers cubren sus huellas para que se sienta más privado para los clientes.” Soleia y Spice lo voltearon a ver lentamente. Zinc se encogió de hombros y sonrió tímidamente. “Al menos eso es lo que he escuchado”.
“Así que tenemos a un Enforcer que no podemos encontrar,” dijo Soleia, “y a un Cammer sin nombre identificable.”
“Esto es bueno.” Spice sonrió lentamente.
“¿Bueno?” dijo Zinc.
“Estamos aquí preocupándonos por hacer que hable el Enforcer, pero ahora no tenemos que hacerlo nosotros mismos.”
Les tomó un segundo a Zinc y a Soleia entender. Cuando lo hicieron, ambos sonrieron también.
“El Cammer,” dijo Zinc, pensando en voz alta. “Probablemente sean mucho más persuasivos de lo que podríamos ser alguna vez nosotros.”
“Primero, hay que encontrarlos,” Soleia cruzó los brazos. “Y sin un nombre, sólo hay un lugar que se me ocurre para comenzar a buscar.”
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Por todo el Bunny District, un golpe sensorial color rosa y azul claro refractado en una exponencial cascada a través de nubes de brillantina y por superficies reflejantes. Una psicodélica sobrecarga sensorial contenida dentro de una densa red de calles secundarias, metidas en una esquina ilícita de Era Novum. Un mundo de glamour y sensualidad, donde el cuerpo tomaba precedencia. Debajo de señalamientos brillantes y carteles hipnotizantes, se pavoneaban los arrogantes Cammers, paseándose, y acechaban por el brillo de las luces neones y por el eco de la música de la noche eterna. Cada club y entrada de hotel hacían señas prometiendo un portal que llevaba a la absoluta decadencia y la indulgencia sin restricciones.
Spice, Zinc, y Soleia caminaron lentamente, empapándose de la atmósfera de ensueño y del hipnotizante efecto de los hermosos cuerpos alrededor de ellos.
BadGlitch, Spice se recordó a sí misma, ¿dónde estarás?
Stockpile Quotidian modestamente cruzó sus largas piernas, llamando la atención hacia su rodilla artificial izquierda. Usando defectos con un orgullo desafiante era típico de los Cammers. Sus alas temblaban sobre el afelpado sofá rojo del cuarto de hotel, y no quitaba sus ojos de los tres mientras le daba un sorbo a su chem.
“¿Cómo me encontraron?” preguntó con una voz profunda y musical.
“Hicimos muchas preguntas,” dijo Spice desde donde estaba sentada sobre una cama púrpura.
“Sobornamos a algunas personas,” dijo Zinc, desde la ventana grande que asomaba hacia un kaleidoscopio de luces neones.
“Amenazamos a otros cuantos,” Soleia agregó, mientras garabateaba en una libreta sobre el escritorio.
“Impresionante.” Stockpile sonaba todo menos sorprendida. “Desafortunadamente, no estoy interesada en shows grupales. Mi fuerte es una experiencia más personal.”
“Lo sabemos,” dijo Spice. “No queremos un show. Estamos buscando información que uno de tus clientes podría tener acerca de un lugar llamado Cold Storage.”
“¿Uno de mis clientes?” dijo Stockpile, inocentemente.
“Mason from Silent,” Soleia continúo con su garabateo en la libreta. “Un Enforcer.”
“Tú lo conoces como BigVector,” agregó Zinc.
A pesar de estar rodeada, y sorprendida con información de la cual no tenían derecho de conocer, la presencia de Stockpile Quotidian seguía en control del cuarto. Cada pequeño gesto, cada ajuste corporal, cada parpadeo de sus ojos, exhibían una intensidad artística y cinemática. A pesar de que los otros la veían como indefensa, ellos eran los que se sentían a su merced.
Sonrió fríamente, y sintieron como si un foco se prendiera en el cuarto.
“Me piden que extraiga información de mis clientes todo el tiempo. Ni siquiera eres la primera en pedírmelo en este ciclo. La pregunta es qué es lo que ofreces a cambio. Más vale que sea más interesante que una shitcoin.”
Soleia y Zinc intercambiaron miradas dudosas. Spice tomó un respiro, y luego intentó igualar la formidablemente indiferente mirada de la Cammer.
“Tienes un alma,” Spice comenzó, con tono suave, a implorar. “Supongo que estás igual de molesta que el resto de nosotros acerca de la revelación.”
Las alas de Stockpile temblaron un poco. “Por supuesto que lo estaba. Ahí mismo frente al Árbol Merkle.”
“Bueno, el broker que organizó y dirigió esa marcha está detenido en la ubicación de la cual necesitamos información. Lo encerraron ahí las personas que quisieron callarnos. No sabemos qué le están haciendo,” Spice miró de reojo a Soleia. “Pero probablemente no sea bueno. Estamos tratando de recuperarlo, y tú eres la única esperanza que tenemos.”
Por primera vez tras conocerla, Stockpile Quotidian cambió su mirada de tal manera que se veía menos actuada. Una grieta en su rostro perfectamente seductivo. Se disolvió tan rápido como apareció, y luego recorrió con la mirada a cada uno de ellos de nuevo, evaluándolos. Después de unos cuantos segundos, terminó su bebida y la puso delicadamente sobre la mesa detrás del sofá.
“Cold Storage, eh,” repitió. “Organizaré una junta con él esta noche.”
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Spice corrió de vuelta por los pasillos del recinto, desabotonándose el abrigo mientras se movía, preparándose ya para reconectarse a EPA. Una promesa es una promesa, se dijo a sí misma por enésima vez. Los turnos extra que había tomado por Sybil la estaban dejando exhausta. Nunca había envidiado tanto a los brokers como cuando tenía que desconectarse para dormir. Pero no es que haya dormido con tanto en su cabeza.
Tan pronto como entró a su ataúd, pateó la puerta para cerrarla y ni siquiera se tomó la molestia de colgar su abrigo, tirándolo a un lado al prepararse para ponerse su equipo. Por medio segundo, al estar recostada sobre su cama, se dio cuenta de lo profunda que era su fatiga. Sus músculos dolía del esfuerzo excesivo en el frío, y su cabeza daba vueltas en exhaustivos círculos vertiginosos. Pero al irse revelando el color acogedor de su taller alrededor de ella, acompañado por el sonido de las notificaciones en su bracer, las limitaciones de su ser en el mundo real se volvieron fáciles de olvidar.
Ya voy, escribió en respuesta a los múltiples mensajes de Soleia y Zinc.
Quince bloques después, se bajó de una monocicleta sobre una plaza aérea rodeada de rascacielos de vidrio. Navegando por la multitud, eventualmente vio a Zinc sentado sobre una banca, a Soleia recargándose en el respaldo, con sus pies sobre la banca.
“¿Qué me perdí?” dijo Spice, al acercarse.
“No mucho,” contestó Soleia. “Tan sólo de una mañana con una fascinante conversación con una de las mentes más geniales del Paradigma.”
Spice le lanzó, luego a Zinc, una mirada confundida, pero Zinc sólo asintió. “¿Qué?”
“Stockpile Quotidian cumplió,” dijo Zinc, “anoche pudo sacarle la dirección del nodo de Cold Storage a Mason y nos la envió.”
“Pero era tan sólo la dirección del nodo,” Soleia continuó, “así que encontramos al mejor Astrónomo que pudimos para escanearla. Un tipo genial llamado Thamas.”
“Un gran tipo.”
“Muy genial.”
“Es uno de los doce brokers que contestaron todo bien en el PMAT.”
“Y fue reclutado directamente para liderar expediciones a todos estos mundos alienígenas.”
“¿Sabías que hay lugares donde cultivan sus edificios?”
“Y que hay lugares donde las inteligencias artificiales son tan avanzadas que piensan hasta morirse justo después de nacer – ¡tan rápido como para hacer algo!”
“Thamas lo ha visto todo.”
“Es tan genial.”
“Qué tipo. Hubieras estado ahí, Spice.”
Spice los escuchó hablar y hablar, pensando solamente en lo que había hecho durante ese tiempo.
“¿Alguna vez Thamas ha limpiado y reajustado la red sobre una recolector solar tan bien que incrementó la producción de energía del recinto por casi un cuarto del uno por ciento?” preguntó mientras hacía un ademán ostentoso con su mano.
Zinc y Soleia se voltearon a ver con la mirada en blanco, y luego a Spice. Luego se encogieron de hombros.
“Como sea,” Spice volvió al tema. “¿Qué dijo Thamas acerca del nodo?”
“Dijo que es el tipo de lugar al cual unas cuantas personas van, y las que van son llevadas gritando y pataleando, o son de los que llevan a esos cuantos. Para entrar al nodo necesitaremos autenticación. Thamas dijo que había un extraño código de antaño embebido en los datos.”
“Eso debe de estar relacionado con la Llave Hubur,” dijo Spice.
Soleia asintió.
Zinc dijo, “Thamas también nos contó que ShaDAO ocupa un edificio gigantesco ahí.”
“Como un castillo, dijo,” agregó Soleia.
“O una fortaleza. Parece ser obvio que es ahí donde llevaron a Unironic Ken, pero el lugar está específicamente diseñado para no dejar salir a las personas.”
“Y de no dejar que otros entren. Es por eso que estamos aquí,” Soleia apuntó al rascacielos de al lado con la cabeza, una gigantesca lanza curvilínea de vidrio reflejante. “Thamas nos dio el nombre de la Puzzlemaster que diseñó la fortaleza de ShaDAO: Selena Nebulous. Hicimos una cita para conocerla.” Checó su bracer y saltó de la banca. “A la cual llegaremos tarde si no nos vamos ya.”
Al pasar de la plaza a un puente grande, el tráfico aéreo zumbando alrededor, Spice tomó un momento para pensar en todo lo que le habían dicho.
“Esperen un segundo,” disminuyó el paso. “¿Qué vamos a decir exactamente? Oye Selena, ¿podrías decirnos cómo entrar y liberar a nuestro amigo de esta fortaleza que diseñaste específicamente para que nadie pudiera entrar ni salir?”
“Estábamos discutiendo eso justo antes de que llegaras,” dijo Zinc.
“Nuestra mejor oportunidad es pretender que somos superfans de ella,” dijo Soleia. “Selena Nebulous es una de las mejores diseñadoras – y aparentemente, tiene el ego de una. Si le lambisconeamos lo suficiente quizás baje la guardia y nos dé una pista.”
Spice se detuvo frente a la vasta entrada de la torre y les lanzó una mirada incrédula.
“¿Están seguros?” preguntó.
“¿Tienes una mejor idea?” dijo Zinc.
Spice suspiró y entró al lobby que tenía una bóveda de mármol venoso. Una gran fuente estaba en el centro, y las paredes estaban igual de lujosas, decoradas con bustos y pinturas clásicas. Soleia le dijo a la recepcionista de su cita, y la seguridad les permitió la entrada a uno de los elevadores.
Tras entrar y presionar el botón hacia el quincuagésimo piso, pudieron ver cómo la ciudad deEra Novum se encogía al subir por el elevador de vidrio.
Zinc volteó hacia Soleia, “Sabes, una vez que todo esto se acabe, deberíamos de contactar a Thamas de nuevo y salir juntos.”
“Oh sí, definitivamente,” Soleia asintió emocionada. Luego, después de una pausa, “Aunque sí nos dijo que no lo contactáramos de nuevo por tonterías triviales de nuevo.”
“¡Estaba bromeando! Así es su sentido del humor.” Zinc comenzó a reírse pero se detuvo abruptamente. “¿Cierto?”
“Nos llamó ignaros un par de veces. ¿Eso es bueno, no? Estaba hablando de otros brokers cuando comenzó a quejarse de la ‘aridez intelectual’, estoy segura. Para serte honesta, no entendí ni la mitad de las cosas que dijo.”
“Yo tampoco. Sólo sé que es asombroso.”
“Sí. Es un gran tipo.”
Spice pretendía no escucharlos, manteniendo sus ojos fijos sobre las puertas hasta que se abrieron. El elevador los puso justo enfrente de las oficinas de Selena Nebulous, un amplio espacio ocupando el piso entero del rascacielos.
Inmediatamente, era evidente que el espacio pertenecía a alguien que se tomaba muy en serio su trabajo. Restiradores, planos, mesas llenas de materiales para construcción situadas junto a varias pantallas llenas de complejos esquemas y matemáticas. El lugar estaba tan denso con el trabajo de Selena que ni siquiera notaron su presencia hasta que habló.
“Tienen diez bloques.” Voltearon hacia donde venía la voz y la vieron concentrada en el modelo miniatura de una pista de carreras. “Tengo un día muy ocupado hoy.”
Spice miró a Soleia, quien se encogió de hombros y le dio un codazo a Zinc. Él las volteó a ver en vano antes de resignarse y dar un paso hacia adelante.
“Eh, Selena, Señorita Nebulous. Somos grandes admiradores. Muy, muy grandes admiradores de tu trabajo.”
“¿Ah, sí?” Dijo sin levantar la mirada del modelo.
“Sí, totalmente,” Soleia se metió en la conversación. “Ese laberinto en Jadell que diseñaste, es increíble. Tuve que meter un arma de contrabando una vez y estuvo muy cab – digo, me lo propuse y me di cuenta de que genuinamente lo estaba apreciando.”
Selen finalmente los miró levantando una ceja, antes de rápidamente volver a colocar elementos sobre su modelo. “No muchas personas aprecian la dificultad del laberinto.”
“Oh, yo lo aprecié,” Soleia sonó más irónica que convincente. “Créeme.”
Zinc la interrumpió, “Y ese intercambio que construiste en Beyett – ¡guau! Soy de la Cleanup Crew, y sé qué tantas fallas pueden salir en ese tipo de lugares, pero el tuyo está tan cerca a la perfección como ninguno.”
Selena se puso de pie para dirigir toda la atención hacia ellos. Sonrió. “Gracias. Me gusta escucharlo.” Por unos cuantos segundos, parecía que su idea marchaba mucho mejor de lo que esperaban. “Pero tengo muchos fans,” continuó, “algunos mucho más fervientes que ustedes. Si tomara tiempo de mi día para hablar con todos ustedes, nunca terminaría nada.”
Antes de que Selena les diera la espalda para seguir con su modelo, Spice se adelantó y firmemente dijo, “Dudo mucho que tengas fans más grandes que nosotros.”
Selena se detuvo. “¿Eh?”
“Hemos estudiado y admirado todo lo que has hecho, pero por supuesto, sabemos que hay cosas que incluso nosotros no sabemos que has hecho. Hay rumores de que diseñaste una estructura muy grande, como un castillo o una fortaleza, que es aparentemente impenetrable, uno de los rompecabezas más difíciles que has construido. Sabemos que debe de ser increíble, y haríamos lo que fuera por tan sólo echarle un vistazo.”
Selena Nebulous cruzó los brazos y los vio fijamente con nuevo interés. “No pensé que alguien supiera de eso. Eran clientes particularmente privados.”
“No creo que alguien más lo sepa, Señorita Nebulous.” Zinc sonrió. “Pero como dije, somos grandes, muy grandes fans. Hicimos nuestro trabajo.”
La Puzzlemaster los analizó por unos cuantos segundos más antes de suspirar gentilmente. “No estoy interesada en revelar mis secretos, pero tengo un problema. Y si son tan fans míos, podrían ayudarme. Así que hagamos un trato.”
“¡Claro que sí!” Soleia casi gritó.
“Lo que quieras,” añadió Zinc animadamente, “Haríamos lo que fuera por ayudarte.”
Selena sonrió.
“Así que quieren los planos para esa fortaleza. Se los daré. A cambio, todo lo que tienen que hacer es entrar a un concurso, un juego que yo diseñé, que se llevará a cabo hoy, y ganar.”
Zinc gruñó e hizo un puño, Soleia aplaudió y brincó, y Spice fue la única que se mantuvo quieta, viendo fijamente a Selena.
“¿Cuál es el truco?” preguntó.
La sonrisa de Selena creció aún más. Apuntó a Spice con un dedo, “Así que tú eres la lista. El truco es que no van a ganar.”
Zinc y Soleia interrumpieron sus celebraciones de golpe.
“Espera, ¿qué?” dijo Zinc.
“El juego es algo promocional para la nueva línea de piernas mecánicas de Fukutsu. Las personas se están volviendo locas por partes mecánicas en estos tiempos,” Selena explicó. “Uno – si no es que el mejor – de los mejores equipos para resolver acertijos ya se ha registrado. Mi preocupación es que cualquiera que se haya inscrito ya ahora resigne o no lo intente siquiera, porque es casi seguro de que se llevarán el premio.”
Spice levantó una ceja. “Así que, quieres que nosotros participemos sólo para entretener a este equipo y hacer del juego algo interesante.”
“Me gustaría que apreciaran mi trabajo, sí.”
“¿Y nos darás los planos si ganamos?” preguntó Soleia.
“Tienen mi palabra. Un premio absurdamente apropiado para un resultado absurdamente apropiado.”
“Hay que registrarnos entonces.” Soleia se apresuró para irse.
Zinc dio media vuelta para unírsele, pero se detuvo para voltear hacia Selena. “¿Cómo se llama este equipo, por cierto?”
La sonrisa de Selena iluminó sus ojos.
“Equipo FOMO.”
Un ambiente de tenso entusiasmo flotaba entre la gente reunida en el lobby de la Torre Fukutsu. Once equipos – menos de los esperados – con tres integrantes cada uno, estaban esperando quietos a que comenzara el evento. Mientras algunos se veían amigables y emocionados, otros estaban intensamente concentrados, y unos cuantos cavizbajos, como si ya hubieran perdido. El equipo FOMO se veía como algo completamente distinto.
Soleia regresó con Spice y Zinc, habiendo convivido con unos cuantos de los equipos.
“Esos son.” Apuntó con la cabeza hacia las tres personas que estaban en la esquina, luciendo como si fueran a ver una película más que competir en un reto difícil. Spice notó que los otros equipos mantenían su distancia, como si tuvieran miedo de acercarse. “Ember, Damp, y Nikita Plain.”
“¿Qué averiguaste acerca de ellos?” Preguntó Spice.
“Que ganan cada competencia a la que asisten,” suspiró.
“Vaya,” gruñó Zinc. “¿Por qué no nomás vamos con ellos y tratamos de intimidarlos?”
“No,” dijo Spice, “No necesitamos hacer trampa. Hasta ahora hemos recuperado los recuerdos de Soleia, desmaterializado un multisig, y encontrado la ubicación de Cold Storage. Esto no es nada. Podemos lograrlo.” Spice puso la mano entre ellos. “Equipo Ken.”
“Equipo Ken,” Soleia repitió, poniendo su mano sobre la de Spice.
“Todavía pienso que ‘Equipo Zinc’ suena mejor,” dijo Zinc, metiendo la mano junto a las de ellas antes de reticentemente decir, “Equipo Ken.”
“¡Gracias a todos por venir!” Un representativo dijo desde el otro lado del cuarto. “Si todos están listos, los enviaremos ahora mismo a la parcela. ¡Que se diviertan!”
El lobby se desvaneció alrededor de ellos, y en su lugar aparecieron vastos píxeles que formaron un lugar abstracto. En menos de unos cuantos segundos, nuevas formas los reemplazaron, mientras el mundo del juego se imponía a su alrededor. Parecía ser un distrito, construido para asemejar el estilo y el ambiente de Era Novum, pero no era una imitación exacta. Los equipos estaban en medio de una intersección de calles, el distrito se alargaba frente a ellos, grande y detallado. Casi de manera abrumadora.
La sorpresa más grande, sin embargo, fue que ellos y el mundo a su alrededor estaban formados en 16-bits.
“Bienvenidos, jugadores,” resonó una voz por el distrito, acompañada de un gigantesco cuadro de texto sobre sus cabezas, sobre una versión de chip de sonido de un jingle de Fukutsu, “¡hacia CacheQuest! Una experiencia diseñada por la innovadora y galardonada Selena Nebulous para celebrar la última generación de la igualmente excepcional línea de piernas mecánicas! ¡Vas más rápido con Fukutsu!”
Spicee, Zinc, y Soleia se vieron los sprites de cada quien, con sus expresiones de asombro acompañadas por súbitos, digitalizados, sonidos graciosos.
“¡Las reglas del juego son simples! Dentro de este distrito se encuentran escondidos tres de los inteligentemente diseñados, inmaculadamente construidos, y expertamente manufacturados componentes que forman las piernas mecánicas del líder de la industria Fukutsu. ¡El primer equipo en localizar estos componentes de calidad y traerlos de vuelta a este punto de inicio, gana!
“Los equipos que vayan a la delantera serán anunciados conforme vayan cambiando, y las puntuaciones de los equipos estarán a la vista en este puntaje flotador. Buena suerte, que comience el juego, y recuerden: ¡Vas más rápido con Fukutsu!”
Una fuerte campanada sonó, y todos los equipos se esparcieron en todas direcciones, temerosos de perder aunque fuera un segundo, cada uno de ellos obviamente con un plan para cumplir la proeza. El equipo Ken se quedó solo en el punto de inicio, volteándose a ver como esperando a que alguien avanzara. Spice comenzó a caminar, buscando a su alrededor y tratando de no verse tan confundida como se sentía.
“¿Cuál es el plan?” Zinc preguntó, después de pasar los primeros quince bloques caminando por las calles, ocasionalmente viendo equipos corriendo con un enfoque casi profesional.
“Sólo hay que mantenernos atentos y no apresurarnos,” dijo Spice.
Un anuncio sonó por el distrito. Spice volteó a ver el cuadro de texto que se desplegó.
“El Equipo FOMO toma la delantera!”
“¿En serio?” exclamó Zinc.
“¿Tan rápido?” añadió Soleia. “¡Deben de estar haciendo trampa!”
Spice sacudió la cabeza. “Hacer trampa en un juego como éste es casi imposible.”
“Sabes, no escuché una regla en contra de incapacitar a los demás jugadores,” dijo Zinc. “El anunciador no dijo nada en contra de atar a los demás jugadores, o de noquearlos y robarles los componentes.”
“Zinc,” Spice volteó a verlo. “Si pueden encontrar una pieza así de rápido, nosotros también. Sólo necesitamos seguir –”
“¡Oigan!” les llamó la atención Soleia, “Vengan aquí.”
Voltearon para verla frente a lo que parecía ser una entrada ordinaria de fábrica, aunque Soleia se veían eufórica de haberla encontrado. Antes de que pudieran decir algo, Soleia entró, adentrándose hacia el vacío ahí dentro. Segundos después, Spice y Zinc también entraron, encontrándose en una red de pasillos de utilidad pública.
Apresurándose a través de ellos, no tardaron en encontrarse con un muro cubierto de un complejo arreglo de tuberías y válvulas de agua, muy complejas como para ser prácticas.
“Esto debe de ser,” dijo Spice.
“Lo es,” dijo Soleia, dando un paso hacia las tuberías para analizar algo que brillaba ahí. “Hay un orbe aquí dentro. Lo puedes ver a través de estas ventanas transparentes. Debe de ser un componente.”
Zinc localizó un pequeño señalamiento y se acercó lo suficiente como para leerlo. Un pequeño cuadro de texto se desplegó frente a ellos.
El flujo del agua
es una fuerza majestuosa
Para obtener el orbe
Uno debe de cambiar su curso
“Un acertijo con las tuberías. Parece ser lo suficientemente simple.”
Soleia y Zinc comenzaron a girar las válvulas para cambiar el flujo de varias tuberías, empujando el orbe para intentar sacarlo por una tubería abierta a lo lejos.
Spice dio un paso hacia atrás para ver bien el arreglo de las tuberías y válvulas, y les comenzó a dar instrucciones a los otros de cómo girarlas. Después de unos cuantos bloques, su entusiasmo se convirtió en una sombría determinación. Después de unos cuantos más, comenzaron a frustrarse.
“No entiendo,” Zinc se paró frente a Spice y se rascó la cabeza. “Pareciera que ya intentamos de todo.”
Soleia furiosamente hizo girar una válvula y se enojó aún más cuando envió el orbe aún más lejos, y luego siguió con la vista el túnel hacia abajo apretando los dientes.
Spice se acercó hacia el señalamiento y abrió el cuadro de texto de nuevo, suspirando pesadamente.
“Una fuerza majestuosa… Cambiar su curso”, leyó en voz alta. “Si hay alguna pista aquí no la encuentro.”
Zinc vio alrededor del túnel. “Este lugar está genial para una emboscada. Sabemos que al menos uno de los del equipo FOMO tiene que venir aquí para obtener el componente, y cuando lo hagan, podríamos – ¡Oye!” Zinc giró de súbito. Soleia le quitó la pistola de plasma que traía en la cintura. “¿Qué estás haciendo?”
Después de unos cuantos segundos, Soleia había desmantelado la pistola expertamente, permitiendo que las múltiples partes cayeran hacia el suelo hasta quedarse sin nada más que la bobina de descarga.
“Lee el acertijo de nuevo.” Giró la bobina y se acercó hacia las tuberías. “No significa cambiar el curso del agua. Se supone que debes de alterar el curso del componente.”
“¡Un electroimán!” exclamó Spice. Zinc corrió hacia válvulas y comenzó a girarlas, guiando el orbe hacia el lugar donde Soleia mantenía fijo el imán.
“Eso es,” dijo Soleia, “Justo aquí en el lugar en el que teníamos problemas.”
Spice chilló, Soleia gritó, y Zinc gimió con alivio de ver cómo el orbe se movía por otra tubería y se acercaba hacia la entrada antes de caer sobre el suelo, revelando amortiguador de impactos dentro de él. Zinc corrió hacia él, y en el momento en que lo recogió, escucharon el anuncio.
“¡El equipo Ken empata con el equipo FOMO por el primer lugar!”
“Pan comido,” Soleia sonrió orgullosamente, tirando a un lado la bobina de descarga.
“Vamos por el resto,” dijo Spice, nuevamente esperanzada.
Zinc se quedó parado un momento, viendo tristemente las piezas de su pistola regadas por el suelo, antes de correr tras ellas.
Saliendo del túnel, inmediatamente notaron la prisa de los demás equipos hacia el centro del mapa. Algo había sido encontrado. Los siguieron hasta que encontraron lo que había causado el alboroto: Una entrada. No lo pensaron dos veces antes de entrar, e inmediatamente se encontraron como batidos en lo que parecía ser…
“El nivel del drenaje,” Soleia sonrió al voltear atrás para verlos, mientras caminaba hacia enfrente. “Los diseñadores de videojuegos nunca se pueden resistir a un nivel del drenaje.”
Algunos de los equipos estaban juntándose cerca, envueltos en una profunda conversación analítica. Otros estaban alrededor de una consola en el centro.
“Un teclado numérico,” Zinc dijo, habiendo dado un vistazo a la consola antes de regresar con las otras. Alguien de otro equipo activó el señalamiento al lado, y leyeron el cuadro de texto que emergió.
Cinco como estén escondidos
Que no esté el más bajo
pero sí el que vuela con ortegas.
Que estén entre la comisura de los tambores
Dirigiendo al orbe hacia afuera
“Otro acertijo,” Zinc dio un suspiro.
“Liberado… ¿Tal vez significa que el orbe está encerrado en algún lugar?” Soleia se preguntó en voz alta.
“!El equipo Poly se une al equipo Fomo y al equipo Ken en la delantera!” proclamó el anunciador sobre ellos.
Spice tomó a los dos con sus manos y los acercó hacia ella.
“Los tambores,” dijo al reunirse.
“¿Tambores?”
“Hay tambores alrededor del mapa,” explicó Spice.
“¿Tambores?” dijo Soleia sonriendo. “Hora de mostrar otro de mis grandes talentos.”
“No tambores musicales,” dijo Soleia. “Contenedores.”
“Oh.”
“Algo acerca de ellos me parecía extraño. Este acertijo debe de tener algo relacionado con ellos.”
“¿Estás segura?” Soleia preguntó.
“Confía en mí. Me paso mi vida viendo muros de concreto, contenedores, y alumbrado. Podría escribir un libro acerca de elementos arquitectónicos aburridos.”
“¿Qué tienen de extraño los tambores?” preguntó Zinc.
“Para empezar, usualmente almacenas los tambores juntos por regulaciones de seguridad, pero éstos están posicionados aleatoriamente alrededor del mapa y sus leyendas de peligro parecen estar apuntando en diferentes direcciones. Eso podría ser una pista, ya que todo lo demás está tan bien realizado y pensado. Iré a checar los tambores al norte. Zinc, tú ve hacia el este. Soleia, oeste y… no… estén…” Spice se detuvo, como anonadada por sus propias palabras.
Lentamente, volteó hacia el cuadro de texto, ya que alguien lo había activado de nuevo. Su cara se iluminó. “¡Cuéntenlos!” Exclamó. “¡La cantidad a la cual están dando frente es el número – y el orden está en el acertijo! Cinco-que-esté-n, que-no-esté, vuela-con-ortegas, que-estén, comi-sur-a. Este, oeste, norte, este, sur. ¡Deprisa!”
Se esparcieron en distintas direcciones, y dentro de un bloque, Zinc y Spice estaban checando cada tambor que encontraban. Los otros equipos permanecieron en intensa conversación, algunos enfadándose más y más… unos cuantos incluso habían intentado adivinar el código al azar. Ember del equipo FOMO llegó al drenaje, aunque Spice ignoró la terrible mirada que su oponente le lanzó.
Soleia estaba respirando agitadamente al acercarse a Spice y a Zinc.
“Nueve apuntan hacia el este, ocho hacia el sur,” la Smuggler jadeó.
Como si le hubieran pasado la batuta en una carrera, Spice corrió hacia el teclado numérico y empezó a presionar botones.
“Nueve. Cinco. Seis. Nueve. Ocho.”
El teclado numérico zumbó. Un montón de sonidos indicaron una respuesta errónea. Volteó hacia atrás. Las caras de Soleia y Zinc se veían como agonizando. Unos cuantos de los equipos los vieron con curiosidad y diversión.
Spice puso de nuevo los números. Otra vez, zumbó.
“Cinco estén escondidos. Que no esté el más bajo pero sí el que vuela con ortegas,” Spice se murmuró a sí mismo. Sintiéndose desesperada, volvió a presionar las teclas, diciéndose. “Sin que esté el más bajo sería… Nueve. Seis. Nueve. Ocho.”
El orbe apareció sobre el teclado. Spice lo tomó y se dio cuenta de que tenía un laminado acorazado para una pierna mecánica.
“¡Guau! ¡El equipo Ken toma la delantera con dos componentes!”
“¡Lo vamos a lograr!” gritó Zinc. Soleia lo abrazó, y empezaron a dar brinquitos de felicidad.
“¡Bien hecho, Spice!”
“El equipo FOMO empata con el equipo Ken por el primer lugar. ¡Qué emoción!”
Dejaron de bailar inmediatamente. Spice volteó a ver al equipo FOMO que se alejaba del teclado. Nikita Plain la volteó a ver y le guiñó el ojo.
“¡Astarot!” gruñó Zinc.
“Vamos, Zinc.” Spice le dio una palmada en el hombro. “Todavía no se acaba.”
Veinte bloques después, recorrieron el distrito principal de la ciudad hasta que se vio pequeño y simple comparado con sus impresiones iniciales. Muchas veces llegaron a callejones sin salida por pistas falsas, extraños señalamientos, e interiores intrigantes. Ansiosamente checando el puntaje, se dieron cuenta de que la mayoría de los equipos habían encontrado un componente, pero que aún ellos y el equipo FOMO seguían en la delantera con dos cada quien.
Eventualmente, encontraron otro acertijo:
Soy como un bromista
con algo que esconder.
Así que búsquenme
y encuentren el orbe dentro.
Desesperados y sin ponerse de acuerdo en la interpretación, se separaron por un rato. Pensando que el acertijo se refería a una de las tantas tiendas o bares, Spice decidió investigarlas. Soleia fue de vuelta a los pasillos de utilidad pública. Fue Zinc, sin embargo, el que encontró algo primero: Cavidades en ciertas paredes falsas, algo que su ojo entrenado por ser Cleanup Crew notó.
Una vez que los notó, el equipo Ken comenzó a buscar por los callejones cualquier cosa que se viera fuera de lugar, texturas, patrones, partículas. Pero cada vez que llegaban a una de estas escondidas cavidades, todo lo que recibían era un molesto zumbido musical de derrota. No pasó mucho tiempo antes de que se sintiera como otra pista falsa.
“Hemos checado cada muro de cada callejón,” Soleia suspiró.
“¿Quizás nos pasamos uno? ¿Podría estar muy alto, o muy bajo?” dijo Spice.
Zinc no respondió. Se había convertido en 16-bits de frustración y sombría determinación, tocando cada superficie del callejón en el que estaban en busca de otra cavidad.
“¡Hay una aquí!” gritó, su irritación interrumpida por un breve segundo de esperanza. “Uno que no habíamos encontrado aún. ¡Tiene que ser éste!”
Observaron, cautivados por un destello de fé, cómo Zinc metía la mano por la cavidad. El sonido de derrota de 16-bits sonó aún más agresivo y abrasivo después de escucharlo por la quincuagésima vez.
“¡Este juego apesta!” gruñó.
“No hagas ragequit todavía,” dijo Spice, intentando sonar optimista. “El equipo FOMO no ha encontrado un tercer com-”
“¡El equipo FOMO corre hacia la delantera tras encontrar el tercer componente!”
Spice no podía ni ver a los otros. En algún lugar escucharon gritos de felicidad. Salió del callejón para ver a Ember, Damp, y Nikita Plain caminar casualmente por la calle enfrente de ella. Damp jugaba con el amortiguador de impactos en su mano, como si fuera una lata vacía. Nikita Plain brincó como conejo. Un molesto sonido de brinco acompañaba a cada salto.
Ember notó a Spice y le sonrió. “¡Gracias por jugar!” le dijo entre la risa de sus compañeros.
“Adiós a los planos,” Soleia frunció el ceño contra el equipo, mientras caminaban con una lentitud burlona de vuelta al punto de inicio.
“Maldita sea.” Zinc tomó un ladrillo roto del callejón y lo lanzó. Tuvo el suficiente juicio como para no lanzarlo hacia el equipo FOMO justo al último segundo, y lo lanzó en vez a un poster de JumpNode con el logo de ShaDAO en la esquina y “Brinca Hacia Otro Nodo” escrito en letras grandes.
El ladrillo colisionó con el poster, y para su sorpresa, emitió el sonido de victoria, dejando detrás una cavidad perfectamente circular. Un brillante destello les llamó la atención.
Zinc actuó velozmente, metió la mano y tomó el orbe: un delicado motor de servo. Soleia ya estaba corriendo con Spice no muy lejos de ella. Todos conocían las reglas: el ganador era el primer equipo en regresar al punto de inicio con los tres componentes. También sabían que no se mantendría esto en secreto.
“¡El equipo Ken empata con el equipo FOMO con los tres componentes! ¿Pero quién los traerá de vuelta primero? ¡Sorprendente!”
El anunciador apenas había terminado la oración cuando el equipo FOMO se dio cuenta de que Spice, Soleia, y Zinc ya los habían pasado. Su triunfante y burlona actitud colapsó en un segundo, comenzaron a correr, pero ya era muy tarde. El equipo Ken ya llevaba la ventaja.
El equipo Ken llegó al punto de inicio, y la música de victoria les sonó como la mejor música que habían escuchado en ciclos.
“El equipo Ken son los ganadores del CacheQuest de Selena Nebulous. ¡Bien hecho! ¡Evidentemente fueron más veloces con Fukutsu hoy!”
Soleia y Spice se chocaron la mano con júbilo, mientras Zinc le sonreía al equipo FOMO que apenas llegaba al punto de inicio, pareciendo confundidos y listos para discutir entre ellos.
“Game Over, hombre!” Zinc les gritó. “¡Game Over!”
Selena Nebulous mantuvo su promesa, y el brillo de la victoria del juego los tenía a todos extasiados, pero un vistazo a los planos hizo que su odisea por rescatar a Unironic Ken se viera imposible de nuevo.
La fortaleza era enorme, densa, y cargada en cada ángulo con medidas de seguridad. Torretas, torres, trampas, y trucos, el lugar estaba diseñado para contrarrestar cualquier tipo de infiltración, incluso de drones y ataques de ejércitos enteros. Después de mirar por un buen rato los planos, Spice, Zinc, y Soleia habían decidido tomarse un día para formar cada quien su plan, y presentarlos antes de decidir cuál sería la mejor manera de lograrlo – o al menos, tener la menor probabilidad posible de fallar espectacularmente.
En la esquina del taller de Spice, había puesto una terminal de hologramas sobre la mesa. Proyectaba un modelo multicolor de la fortaleza, derivado de los planos.
“Yo primero,” dijo Soleia, escuchándose confiada. Zinc asintió y Spice le dijo que continuara. “Mi plan se llama: Operación Coleros. Es simple, realmente. Me meto por ahí,” apuntó a una de las entradas principales, “y luego hago un pequeño viaje hacia allí a la estación de seguridad donde sólo necesito interceptar unos cuantos circuitos. Eso permitirá que ustedes entren por el techo.”
Spice frunció el ceño, y Zinc gruñó.
“Meterse ahí dentro es todo el problema. ¿Cómo es esto un plan?”
Soleia sonrió a sabiendas. “Tengo algo muy genial para ello. No lo uso mucho. Sólo lo cargo para ocasiones especiales. Creo que esto califica, ¿no lo creen?”
Soleia metió la mano a uno de sus bolsillos en su chaleco tecnológico y tocó algo ahí dentro. En unos cuantos segundos, sus facciones y su ropa se alteraron con sólo un pequeño desacomodo de texturas que la hacían parecer un holograma. De pronto, ya no era Soleia la que los veía, sino Selena Nebulous. Luego fue Stanton. Luego Stockpile Quotidian.
“Un emisor holográfico,” Spice murmuró incrédula.
“¿Dónde conseguiste algo así?” preguntó Zinc.
Stockpile se tocó la nariz.
“No te preocupes, querida,” dijo, intentando imitar la dulce y musical voz de la Cammer. Metió la mano de vuelta en el bolsillo y lo apagó. “No es perfecto. Lo sé. Tengo que imitar a alguien que tenga la misma altura y complexión. Estarías sorprendida de qué tan distintamente se mueve la gente. Además, hay glitches. Si te atrapan en la iluminación equivocada alguien se dará cuenta. Pero soy buena usándolo. La mejor, quizás.”
“Es bueno,” dijo Spice, impresionada. “No estoy segura si lo suficientemente bueno. ¿Qué hay acerca de las contraseñas y de los pases? Podrás parecer un empleado o un visitante, pero no tendrás ninguna de la documentación. Podría olerte fácilmente.”
“¿Y cuál es tu plan?” preguntó Zinc.
“Operación Llave al Fuerte. Monitoreamos a los guardias y a los empleados hasta que encontremos un eslabón débil. Tal vez alguien recientemente empleado, o alguien con principios, o alguien que hable bajo presión. Entonces los secuestramos o nos ponemos en contacto. En el mejor de los casos, obtenemos un hombre dentro. Incluso en el peor de los casos, al menos tendremos varios pases de seguridad.”
“¿Un hombre dentro?” dijo Soleia. “Eso suena muy improbable para mí.”
“Mason from Silent sucumbió y nos dio la dirección del nodo. Desmaterializamos a tres agentes de ShaDAO. Podría ser la fuerza más potente en el Paradigma, pero hay aún debilidades en sus individuos. Sólo necesitamos escoger al indicado.”
“Las dos están intentando ser muy astutas”, dijo Zinc.
Soleia se rió. “Déjame adivinar, tú piensas que debemos recurrir a la violencia.”
“Violencia y astucia. Miren, Ken y yo tuvimos suerte de entrar a la fábrica de ShaDAO – bueno, yo tuve suerte. No lo esperaban, y aún así trajeron gente. Estuvimos cerca de ser capturados múltiples veces, e incluso con la ayuda del Moderador, yo sólo escapé porque Ken se entregó a sí mismo.”
Spice sacudió la cabeza. “¿Entonces qué sugieres?”
“Operación Trae la Explosión. No hay puntos débiles en este lugar,” Zinc giró el holograma entre ellos. “Pero si atacamos una orilla de la fortaleza, redireccionarán a los guardias y a los drones, debilitando los otros lados, y podemos usar eso a nuestro favor.”
“¿Cómo atacaríamos un lado y entraríamos por otro?”
“Colocaríamos explosiones remotas aquí, y al este. Pensarán que alguien los está atacando. Probablemente reforzarán el área con los guardias del norte y del sur. Donde sea que sacrifiquen fuerzas, por ahí tendremos mayor probabilidad de entrar.”
Soleia frunció el ceño hacia el holograma y sacudió la cabeza. “Pero sabrían que alguien está intentando entrar. Una vez que se den cuenta de que no estamos cerca de las explosiones, comenzarán a buscar en otro lugar. No tendremos mucho tiempo.”
“De hecho,” dijo Spice, “ninguno de estos planes nos da tiempo. Ninguno de ellos es perfecto. Todo lo que podemos hacer es decidirnos por uno.”
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“Sólo mira esta cosa”, dijo Spice, apuntando al holograma de la fortaleza. “Ambos de sus planes nos meten en el interior – pero eso es tan sólo el comienzo. Este lugar es inmenso. Podríamos pasar días corriendo por ahí sin encontrar nada, y habría seguridad en cada sección. Ni siquiera sabemos dónde es que tienen a Unironic Ken.” Zinc suspiró y volteó hacia Soleia.
“Tiene razón.” Soleia se mordió el labio mientras pensaba. “No lo sé,” dijo.
“Voltear a un agente, hacer que hable, no sé cómo lo lograríamos.”
“Déjame eso a mí,” dijo Spice.
Soleia levantó la mirada y Spice pudo notar la renuencia en ellos. La Smuggler obviamente no estaba acostumbrada a confiar en los demás, trabajar con otros, o hacer las cosas de una manera distinta a la suya. Pero, Spice podía notar qué tanto quería Soleia infiltrar ese lugar – por razones propias. Confiaba en que Soleia entendería que ésta era la mejor manera de hacerlo.
“Bien,” dijo Soleia, la palabra sonando como tensión liberada. “Vayamos con la Operación Llave al Fuerte.”