Moretones

Ken se agachó al sentir la instalación de almacenaje sacudirse por el estruendo de una granada y su eco. La fuerza de la explosión lo lanzó contra el costado de un camión que había estado usando de cubierta. Tuvieron que pasar un par de segundos para que Ken recuperara sus sentidos e instantáneamente buscó un ángulo alrededor del trailer del camión para disparar de vuelta a los varios escuadrones que intentaban acercarse.

“Ya casi lo tengo,” Zinc gritó desde el asiento del conductor, donde había desmantelado el panel de conducción y estaba reprogramando el distribuidor de poder.

Habían logrado lo que habían venido a hacer: infiltrarse y destruir el dispositivo que mantenía a Spice fuera de EPA. Una máquina personalizada y extrañamente poderosa capaz de provocar un Failsafe Alfa en el complejo en vida real. Al menos, esa era la teoría, basándose en la información que les había dado un extraño. Sólo hasta ahora, rodeados por guardias y disparos, se dieron cuenta de que la infiltración había sido la parte fácil.

Bajo el sonido de balas rebotando del concreto e incrustándose en el metal de los camiones alrededor de ellos, Ken escuchó el motor a su lado rugir al prenderse.

“¡Súbete!” Zinc gritó, con las manos ya sobre el volante.

“Tenemos un nuevo problema,” Ken gritó de vuelta sobre su hombro, todavía disparando. “¡Las puertas se están cerrando!”

Zinc se bajó de un brinco para ver. Unos cuantos segundos después, otra onda de explosión de una granada sacudió el patio, obligándolos a tirarse contra el suelo.

“El cuarto de seguridad.” Zinc apuntó al espacio protegido por vidrio que estaba subiendo unas escaleras metálicas que dos Mercenarios estaban usando en ese momento como cubierta mientras les hacían llover balas. “Esos dos deben de haber cerrado las puertas desde aquí.”

“Súbete otra vez al camión,” Unironic Ken le ordenó. Se paró y comenzó a correr. “Yo me encargaré de ellos y abriré las puertas.”

“¿Qué? ¡No, yo iré!” Zinc chilló mientras la sensación afilada y ardiente de una bala rozándole un hombro lo hizo gruñir. Mantuvo la concentración y gritó, “¡No vas a lograr salir!”

Ken ya se había ido, corriendo hacia un camión para intentar flanquear a los dos Mercenarios. Zinc sacó su pistola y les disparó para llamar su atención, dándole a Ken la oportunidad para correr desde el camión y tomarlos por sorpresa antes de subirse por la escalera.

Zinc se sobresaltó con el estruendo de otra explosión. Se regresó al camión, decidido a moverlo, apuntando el enorme frente hacia las puertas cerradas. Mantuvo la cabeza agachada mientras el granizo de balas caía sobre el chasis metálico como una furiosa tormenta eléctrica, pero pudo ver de reojo a Ken subiendo al cuarto de seguridad. Al acelerar el camión, vio a Ken tomando unos controles. Arriba, un muro de combatientes le estaba disparando al camión, mientras las puertas tras ellos comenzaban a abrirse. Por medio segundo, Zinc pensó que Ken podría salvarse también, hasta que varios Sicarios se materializaron en el cuarto en el que estaba, detrás del vidrio de seguridad, y rodearon a Ken desde todos los ángulos.

Zinc aplastó el acelerador del camión, sacándole todo el poder y velocidad posible al vehículo mientras cruzaba por todo el caos. No había tiempo para arrepentirse, no hasta que él saliera de ahí.

Con la silueta contra el amanecer, el deshuesadero de mecas se parecía al horizonte negro de un campo de batalla. Una pintura abstracta de tinta, pistones y cables rompían las líneas de contornos elegantes y compleja maquinaria. Brazos de meca torcidos. Armas que sobresalían con intensidad puntiaguda. Toscas armaduras con abolladuras tan únicas y personales como si fueran moretones.

Spice estaba sentada sobre el marco tambaleante de un motor Mariposa, viendo el cielo cambiar de púrpura a naranja. La emergente luz gradualmente sacó los detalles de montones de hardware roto. El amanecer provocó en ella algo profundamente emocional. Un sentido del tiempo que ya no existía fuera de EPA. En el complejo subterráneo, las luces estaban encendidas o apagadas - binario. Tenías que ser una máquina para sobrevivir en la vida real, y era sólo en la máquina que te podías sentir así de humano.

“Vamos,” dijo jadeando al apretar los dientes, arrancando un sensor suelto del motor debajo de ella y haciéndolo girar de los cables quemados para distraerse de sus propios pensamientos. Se había apresurado de vuelta por la nieve hacia el recinto, y al descubrir que el Failsafe Alfa había terminado, se conectó directamente con su equipo. Lista para la acción pero en vez de eso estaba aquí, esperando. Odiaba estar esperando. Siempre la hacía pensar demasiado. ¿No era el propósito de EPA evitar eso?

Más allá del deshuesadero, Era Novum estaba tranquilo ya, el caos disminuyendo hasta formar una incómoda sensación de vacío. Probablemente estén reactivando el safe mode donde sea que estén ahorita, pensó Spice. Pero no estoy tan segura de que eso sea todo.

Un motor chispeaba y se ahogaba, lejos de su vista. Algo fuerte y pesado. El estruendo metálico crecía hasta que Spice se dio cuenta de que se acercaba a su ubicación. Tiró el sensor a un lado y dio un salto hacia abajo para ver un camión batallar por las rejas abiertas. Sobre el áspero suelo, el vehículo pesado hacía ruido y botaba, dando chirridos por todo el camino. El chasis estaba perforado por balas, el parabrisas rajado como si fuera una telaraña, y un fluído escurría del camión.

Corrió hacia el lado del conductor tan pronto se detuvo, el motor humeante dio un patético quejido antes de callarse por completo. Le tomó a Zinc dos empujones para poder forcejear la puerta destrozada. Más que bajar colapsó sobre Spice.

“¿Qué te pasó?” preguntó, ayudando al levantarse al hombre herido que se retorcía de dolor.

Zinc la volteó a ver, con media sonrisa enterrada debajo de su dolor.

“Creo que me rompí una costilla, me torcí el tobillo, me rompí la muñeca, y me rozaron el hombro con una bala - pero fuera de eso nunca me he sentido mejor. Pero suficiente de mí, qué bueno verte.”

“Quédate aquí, te conseguiré una Enfermera.”

“No,” Zinc tomó el brazo de Spice, deteniéndola. “No te preocupes por mí.”

El énfasis sobre la palabra fue todo lo que Spice necesitó para descifrar la mirada de seriedad sobre su rostro. “¿Dónde está Unironic Ken?”

“Después de que le enviaste ese mensaje, nos reunimos. Alguien que se hacía llamar ‘El Moderador’ le mandó un mensaje poco después. No sé quiénes son realmente, pero nos ayudaron a entender que el Failsafe Alfa en tu complejo fue causado por un dispositivo dentro de una fábrica vieja que le pertenece a ShaDAO. Pudimos entrar y destruirlo.”

“¿ShaDAO? ¿Qué no es esa compañía de inversiones que ya no existe?”

Zinc se rió cansadamente.

“No. No una compañía de inversiones. No una compañía de transporte. No una pequeña compañía de la cual nadie ha oído hablar. ShaDAO es… ¿Qué tal si mejor te muestro?”

Zinc caminó hacia la parte trasera del camión, apoyándose sobre él. Spice lo siguió, y le ayudó a abrir las puertas del camión. Se abrieron, y Spice brincó hacia adentro para inspeccionar las cajas grandes al fondo.

“Guau. Cabezas de meca.” Levantó la tapa de una de estas cajas inmensas. “Ravagers, Behemoths recién salidos de la fábrica. Incluso nivel Nexus. Ya calibraron estos para controlar un armamento digno de una armada completa. Zinc, esto no es fácil de conseguir!”

“Por eso te pedí que me esperaras aquí. Conozco a la mecánica dueña de este lugar. Nos las va a esconder. Pero ahora imagínate miles de estas cosas. La base estaba llena de ellos.”

“¿Miles? Pero esto cuesta mucho.”

“Sí, bueno, vaya que pagamos un buen precio por ello.”

Spice se le quedó viendo a Zinc desde adentro del camión. “¿Dónde está Ken?” esta vez sonó más como exigiendo que preguntando.

Zinc respiró profundamente. “No logró salir.”

“¿Lo desmaterializaron?”

“No lo sé. Esos tipos se veían más como el tipo que captura y tortura.”

Spice brincó fuera del camión y comenzó a caminar hacia la puerta. Se quitó la mano de Zinc de encima esta vez cuando quiso detenerla, forzándolo a apresurar su rengueo para alcanzarla.

“¡Spice, espera!” le dijo mientras iba hacia las rejas.

“Búscate una Enfermera,” dijo, tecleando sobre su bracer para buscar las ubicaciones previas de Ken. “Igual sólo me estorbarías con tu estado actual.”

“Spice, escúchame un segundo.”

“Maldita sea, Ken,” murmuró a su bracer y se detuvo por completo. “¿Por qué no compartiste tus logs?”

Spice volteó hacia Zinc. “¿Dónde está esta base?”

Zinc se quejó de dolor por detenerse repentinamente, el esfuerzo excesivo sobre su cuerpo lastimado ya le estaba pesando. “No era una operación dirigida por niños a pequeña escala, Spice. Sólo pudimos entrar porque El Moderador nos ayudó, y probablemente ya reforzaron la seguridad. Además, supongo que ya enviaron a Ken a nodos lejanos desde entonces.”

“¿Y qué se supone que debo hacer?” Spice preguntó, exasperada. “¿Jugar videojuegos mientras espero a que escape por su cuenta?”

“Si lo quieres de vuelta, tenemos que investigar más acerca de ShaDAO.” Zinc vio hacia el camión abierto y sacudió la cabeza. “Astarot, pero estoy empezando a pensar si queremos que el Paradigma siga existiendo, necesitamos saber más de ShaDAO.”

“¿Qué quieres decir?”

“Bueno, la información está todavía en el bracer de Ken, pero de lo que nos dijo El Moderador, parece ser que ShaDAO está haciendo un último esfuerzo para obtener control del 51%.”

“Imposible.” Spice se rió pensando en lo absurdo que sonó eso. “EPA es demasiado grande como para que alguien no se de cuenta de tanto poder acumulado.”

Zinc le apuntó con el dedo. “‘Sin que alguien se de cuenta.’ Ese es el asunto. Todo está en el bracer de Ken, de la información que nos dio El Moderador - cómo opera ShaDAO a través de estas compañías falsas, poniendo a su gente en posiciones de poder, influenciando políticos, y controlando infraestructura de soporte como estaciones de brinco.”

“¿Pero 51% del Paradigma?”

“¿En serio no lo crees? Spice, acabamos de descubrir que los brokers son IA después de, ¿qué, un par de siglos? Están acumulando miles de partes de mecas en este momento. Parece que se están preparando para la guerra. Probablemente buscando realizar un último esfuerzo, y parece que será violento.”

Spice se frotó la cara con la palma de su mano y suspiró, agobiada con la magnitud de todo esto.

“¿Tal vez tenga que ver con las próximas Olimpiadas de Mecas?” dijo con falso optimismo.

“Y tal vez mandar medio ejército para tratar de matarnos fue un error administrativo.” Zinc suspiró. “Te desconectaron de EPA, Spice. No se puede poner peor que controlar el mundo real desde dentro del Paradigma, ¿cierto? El hecho de que nadie supiera acerca de esto no hace que ShaDAO sea inofensivo - es evidencia de lo efectivos que son.”

Spice caminaba de un lado a otro sobre el sucio y áspero suelo del deshuesadero, tratando de juntar las pistas en su mente en busca de algo que le diera esperanza. Algo sobre lo cual construir una solución. A pesar de su concentración, en su periferia, notó a Zinc mirándola con algo más que preocupación en su expresión. Algo más íntimo e insatisfecho, y sin relación a lo que estaban hablando.

“Bueno.” Movió la cabeza, insinuándole que la siguiera. “Vámonos.”

“¿A dónde?”

“Al departamento de Ken.”

Cinco bloques después, habían parado a un par de monocletas, y aceleraron por los rieles elevados que se arremolinaban por la ciudad. El viaje sirvió para ver como aves la repercusión en la ciudad. Los edificios, ya no incendiándose, ahora estaban chamuscados y esqueléticos. Ventanas rotas y puertas colgaban como dientes rotos sobre vacíos debajo. Los anuncios de los carteles electrónicos glitcheaban, rotos como brillantes pastiches de su antiguo ser. Había pocas personas ahora, tan temprano en la mañana, y a esos a quienes vieron se escabullían y corrían, como si la luz del día les fuera a impartir justicia por sus pecados.

Cuando al fin entraron al departamento de Ken, Spice se fue directo a una máquina arcade mientras Zinc admiraba la decoración juguetona.

“No deberíamos estar aquí mucho tiempo,” dijo Zinc. “ShaDAO podría mandar a su gente aquí.”

“Ojalá y lo hagan.” Spice movió hábilmente la palanca de la máquina.

Zinc la vio jugar el juego por unos segundos. “Bueno, está bien.” Se fue caminando, viendo el resto del departamento. “Ya que decidiste jugar videojuegos, yo voy a ver si este tipo tiene algunos químicos que hagan de mi continua existencia una menos dolorosa de lo que es en este momento.”

“¡COW!” Spice chilló triunfante.

Zinc se detuvo para verla cerrar un puño, luego golpear a algo en su bracer. “¿Vaca? Vaya, ustedes drifters sí que usan una jerga muy boba a veces.”

“C-O-W-.” Spice deletreó, volteando hacia arriba por un segundo, sonriendo. “Unironic Ken tenía un amigo Spectre. No me habló mucho de ellos, pero sí mencionó una vez que eran estupendos en este juego.”

Zinc se dio cuenta, “Así que sacaste el nombre del puntaje alto de la máquina.”

“Y ahora estoy viendo la base de datos de la Comandancia Alfa para encontrar a un Spectre que encaje.”

“Vaya, sí que eres inteligente como un contrato.”

“No puede ser Contus Oxhide… o Crusade the Knotted o Wire Castro… ¿Rocky Circuitmacer? No. ¡Eso es! Catch of Wolfe. C. O. W. Son iniciales. Tiene que ser ella. Le enviaré un mensaje.”

“Oye, aguarda.” Zinc apuntó hacia la pantalla. “No le vas a decir a un Spectre que crees que tal vez conozca a Ken que ha sido capturado por ShaDAO, ¿cierto?”

“No soy estúpida, Zinc.” Terminó con un último golpecito sobre su bracer y volteó a ver a Zinc. “Sólo le voy a preguntar a Catch si ha escuchado de él.”

“Así que, ahora esperamos a que nos contesten. ¿Qué quieres hacer por mientras?”

“Quítate la ropa.”

Zinc levantó una ceja.

Spice se rió, “Para poder sanar tus heridas.”

Zinc apenas se había desabotonado el cuello de su camisa cuando el bracer de Spice sonó de nuevo. Lo revisó rápidamente, y luego caminó hacia la puerta.

“De hecho, déjatela puesta. La vamos a conocer en diez bloques.”

“Pero… estoy herido…” Zinc dijo, con sus manos todavía sobre su cabeza, pero ella ya se había ido. Dejó caer sus brazos y la siguió.

El punto de reunión que Catch le había mandado a Spice era el jardín de un techo sobre un complejo de tecnología a sólo unos cuantos pasos de ahí. Salieron de la caja de la escalera y vieron a su alrededor. Había sólo un par de vehículos en esta callada y común esquina de la ciudad. Tan aburrida que ni los artistas de graffiti se acercaban a ella. El punto preciso que un Spectre amaría.

Eventualmente, la encontraron sentada sobre el capó de un coche deportivo rojo en forma de gajo. La brisa matutina se movía por sus blancas y etéreas ropas de una manera que parecía que la haría irse flotando.

A su alrededor, la ciudad se estaba despertando. El vidrio y el acero de los rascacielos comenzaban a resplandecer. El flujo de los aerocoches deslizándose entre los edificios crecía con cada segundo. Siguiendo por la calle, un vehículo con forma de bicho flotaba junto a una orilla rajada de un puente mientras lo reparaba.

“Spice,” le llamó Catch of Wolfe tan pronto como estuvieron al alcance del oído. “Unironic Ken me ha contado mucho acerca de ti.”

El comentario tomó por sorpresa a Spice por un segundo. Tal vez fue la manera en que Catch lo dijo. Spice rápidamente se lo atribuyó a la rareza de los Spectres. Parecían siempre saber más de lo que mostraban e interpretaban más de lo que escuchaban.

“Este es Zinc.”

Catch lo saludó con la cabeza con un gesto cordial. Tenía una mirada rápida y calculadora y los modales relajados de alguien quien siempre está tres pasos adelante de todos. “¿Entonces qué pasó?”

Zinc carraspeó. “El recinto entero de Spice fue desconectado, y descubrimos que fue a causa de un dispositivo dentro de un edificio. Así que Ken y yo entramos ahí para destruirlo. Lo logramos, sólo que yo fui el único que logró escapar.”

“¿Qué tipo de edificio?”

Zinc se encogió de hombros. “Una fábrica vieja en el distrito industrial. Un lugar cercado frente a la estación de salto sur allí. Todo lo que sabemos es que ShaDAO la estaba usando. El lugar estaba lleno de partes de meca.”

“¿ShaDAO? Catch repitió, tensándose visiblemente por un momento, “¿estás seguro de eso?”

Zinc asintió con la cabeza.

“No deberías estarlos nombrando por ahí sin más.” Catch se detuvo por un segundo. “Las personas que lo hacen, tienden a ser desaparecidas.”

“No me da miedo ser desmaterializado,” dijo Zinc.

“No. No dije desmaterializadas,” contestó, viéndolo fijamente para enfatizar el punto. “Desaparecidas. Terminadas. Sin rastro alguno. Fuera de la red. Sin respawn. Podría mencionar una docena de rumores de por qué, pero la mayoría de ellos son cuentos - y ni siquiera sé cuáles.”

Un silencio solemne pasaba entre los tres. Spice finalmente le sopló a un mechón de cabello sobre su cara. “¿Por dónde empezamos a buscar a Ken?”

“No hagan nada, excepto olvidar que escucharon el nombre ShaDAO,” Catch dijo. “Déjamelo a mí. Te diré si encuentro algo.”

“Pensé que habías dicho que Ken te había contado sobre mí” Spice cruzó los brazos. “Si lo hizo, sabrías que no me voy a quedar esperando sin hacer nada. Se trate de ShaDAO o no.”

Catch la volteó a ver y soltó una sonrisa lentamente. Volteó hacia Zinc, arrugó la nariz, y luego regresó su mirada hacia Spice.

“Bueno,” Catch suspiró. “Pero más vale que te olvides de mi nombre también, el momento en que te vayas de esta cochera. Te encontraré si necesito ponerme al día.”

“Por supuesto,” contestó Zinc.

Catch se levantó para irse, pero luego pareció cambiar de parecer.

“Tengo una pista - pero podría ya ser inútil. Algo pasó hace un tiempo en Magnetic. Un Phisherman o Hacker pescaron más de lo que habían negociado. No sé qué fue, pero por la reacción de la comunidad de información, apostaría bastante a que tuvo que ver con ShaDAO.”

“¿Magnetic?” Zinc se retorció, y no sólo por el dolor. “Guau, no tengo el suficiente dinero como para pensar siquiera sobre Magnetic, mucho menos ir ahí a hacer preguntas.”

“Tendrás que utilizar tu belleza y carisma, supongo.” Catch le guiñó un ojo. “Aparte, no deberías viajar por una estación de salto por lo pronto, de todos modos.”

Spice y Zinc se vieron el uno al otro.

“Mi meca todavía está siendo reparado,” dijo Spice. “Pero podemos encontrar el camino hacia allá.”

“Tomen.” Catch lanzó una llave. Zinc levantó la mano, pero Spice la arrebató en el aire antes de que llegara a él. “Tomen la Velocista, está limpia. No tiene trackers, ni malware. Si quieren sobrevivir más de diez bloques persiguiendo a ShaDAO, más vale que empiecen a preocuparse por ese tipo de cosas. Iré a revisar la base que mencionaron.”

Catch of Wolfe pasó por delante de ellos hacia la caja de escalera.

“¿Estás segura?” dijo Spice.

Catch giró para verlos, ahora caminando hacia atrás. “Es un bear market. Todo está barato, de todos modos.”

La vieron irse, vieron el elegante vehículo, y luego el uno al otro, ninguno pudiendo esconder la sonrisa. Spice habló primero.

“¿Listo para irte de viaje?”